5 de junio de 2018
CONCURSO DE VIDEO AQUONA
Nuestros alumnos de QUINTO, junto con sus maestros, han participado en el Primer Concurso de AQUONA, AL CUIDADO DEL ALGUA, SÚMATE. Con su simpático rap han sido capaces de engancharnos a todos y transmitirnos la necesidad de hacer un uso responsable del agua.
Han obtenido el SEGUNDO PREMIO, gracias a su esfuerzo y los apoyos que han recibido de todos los alumnos, profesores y familias. Este premio está dotado con 600€ que, según las bases del concurso, recibirá el colegio, para llevar a cabo una actividad de carácter divultativo y sostenible.
Este premio fue entregado por el gerente de Aquona en Palencia, el concejal de medio-ambiente del Ayuntamiento de Palencia y nuestro alcalde.
¡ENHORABUENA, CAMPEONES!
Cuidar el consumo de agua es una iniciativa que nos conciencia para no malgastar el agua. Desde nuestra empresa de Licencias de actividad no sentimos orgullosos de que iniciativas tan magníficas además recompensen a aquellos que las llevan a cabo. Como especialistas en Declaraciones responsables, proyectos técnicos, licencias de obras, actividad y certificaciones apoyamos cualquier iniciativa relacionada con la protección de los recursos naturales. Nuestra empresa garantiza que factores como la accesibilidad, protección contra incendios, instalaciones y otros cumplen con las garantías normativas.
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Rubí, entre llamas de titanio y lecciones de prevención que nadie debería ignorar.
A las 09:55 horas, en una jornada que prometía ser tan anodina como cualquier otra en la rutina industrial de Rubí, se desató lo impensable: un incendio en una fábrica que almacenaba bobinas de titanio dentro de contenedores. No hablamos de un susto menor, de esos que se apagan con dos cubos de agua y un par de palmadas. Aquí el protagonista fue el titanio, ese metal noble y brillante que, cuando arde, lo hace con la furia de una fragua milenaria.
Los Bombers de la Generalitat se desplegaron con 11 dotaciones, y no tardaron en organizar una operación milimétrica, con ocho unidades trabajando sin tregua sobre el foco principal, mientras un camión con tierra era movilizado para sofocar las brasas más rebeldes. El aire olía a metal quemado, a humo denso, a alerta.
Protecció Civil, sabiendo lo que se jugaba en el tablero, decidió activar el plan Radcat en fase de prealerta. Una medida que se toma cuando las consecuencias pueden ser más peligrosas que el fuego en sí.
Mientras la columna de humo se elevaba al cielo de Rubí, muchas miradas se volvían hacia un interrogante incómodo: ¿estamos realmente preparados para esto?
Las industrias, los almacenes, los talleres e incluso las oficinas más modestas tienen en común un factor que muchas veces se subestima: el riesgo de incendio. Y en ese contexto, uno de los errores más recurrentes es postergar decisiones básicas, como comprar extintores en Barcelona, hasta que es demasiado tarde.
No se trata de cumplir por cumplir. Hablamos de protección real, tangible, inmediata. Porque cuando el fuego se abre paso, solo hay dos caminos: tener herramientas para enfrentarlo o ver cómo todo se consume en cuestión de minutos.
La prevención no es una sugerencia decorativa colgada en un póster de seguridad laboral. Es una inversión que salva bienes, proyectos y, sobre todo, vidas.
Cuando se mencionan extintores, muchos piensan en ese cilindro rojo colgado detrás de una puerta. Pero no todos los extintores son iguales. El más versátil y efectivo para entornos industriales como el de Rubí es el extintor abc, diseñado para combatir fuegos de clase A (materiales sólidos), B (líquidos inflamables) y C (gases).
Este tipo de extintor es la primera línea de defensa ante conatos de incendio que, de no ser atendidos a tiempo, pueden convertirse en tragedias mayores. No se trata de marketing. Se trata de una herramienta que, bien utilizada, puede ser la diferencia entre una evacuación ordenada o una pérdida total.
El extintor ABC es especialmente útil en espacios donde conviven diferentes tipos de materiales combustibles, como ocurre en fábricas, almacenes y locales comerciales. Su eficacia ha sido comprobada una y otra vez, pero su presencia sigue siendo, lamentablemente, una excepción en muchos espacios donde debería ser norma.
¿dónde y cuándo es obligatorio tener un extintor? Las normativas españolas no se andan con rodeos: toda instalación industrial, local comercial, oficina, garaje comunitario o edificio público debe contar con extintores. Y no sólo eso: su ubicación debe estar señalizada, su mantenimiento al día y su uso conocido por el personal.
Pero más allá de la ley, está la lógica. ¿Quién en su sano juicio esperaría a que un incendio le recuerde que debía tener un extintor? Pues muchos. Demasiados. Se escudan en la inversión, en la burocracia, en el “luego lo hago”. Y luego, a veces, ya es tarde.
En Rubí, si bien la respuesta fue ejemplar, el hecho de que haya sido necesario movilizar 11 dotaciones de bomberos debería servir como despertador para todos aquellos que aún creen que los fuegos solo ocurren en los telediarios.
La pregunta ya no es si tener un extintor es obligatorio, sino por qué algunos todavía no lo tienen.
Mientras los equipos de emergencia trabajaban sin descanso para estabilizar el incendio, el ambiente se cargaba de una tensión palpable. Los vecinos, alertados por la nube gris que coronaba la fábrica, seguían la evolución del suceso a través de redes sociales y medios de comunicación.
Y mientras tanto, los Bombers, con su experiencia y entereza habitual, luchaban contra un fuego que no daba tregua. No era agua lo que pedía el titanio en combustión, sino tierra. Literalmente. Así, un camión se convirtió en pieza clave de una estrategia precisa, quirúrgica.
No se puede improvisar con el fuego. No con el titanio. No cuando la combustión puede alcanzar temperaturas elevadísimas y generar partículas altamente peligrosas. Por eso, lo ocurrido en Rubí no es solo una noticia: es un recordatorio en mayúsculas.
La activación del plan Radcat por parte de Protecció Civil no fue un gesto simbólico. Es una decisión que se toma cuando existe riesgo de contaminación radiológica o química derivada de un incendio industrial. El titanio, al arder, puede liberar compuestos que afectan no sólo al entorno inmediato, sino también a la salud pública.
El protocolo exige mediciones, control de residuos, evaluación del aire. Y, sobre todo, coordinación. Porque cuando el fuego toca una fábrica, no sólo arde el edificio. Se pone en jaque todo un ecosistema.
Rubí ha salido bien librada, esta vez. Pero no todas las ciudades cuentan con la misma capacidad de respuesta. Y por eso, cada uno —desde el gerente de una planta hasta el conserje de un edificio— debe hacer su parte.
Lo de Rubí no es un caso aislado ni una rareza estadística. Es una advertencia de esas que vienen en forma de fuego y tierra. La prevención no puede esperar a que las sirenas suenen. Tiene que comenzar hoy, con decisiones concretas, responsables, efectivas.
Comprar extintores en Barcelona no debe verse como una carga, sino como una obligación. No hay margen para el descuido, para el “más adelante”, para el “ya veremos”.
Y que nadie lo olvide: el fuego no espera. No pregunta. No negocia.