11 de enero de 2017
PROYECTO "EL UNIVERSO"
Curso: QUINTO
Sistema de extinción de incendios en campanas extractoras
Extintores co2 2 kg
Extintor 6 kg abc
En el ámbito de las cocinas profesionales, la campana extractora es un componente esencial para garantizar seguridad, higiene y eficiencia energética. Su función va más allá de eliminar humos y olores: también contribuye a mantener un entorno de trabajo saludable y libre de contaminantes. Sin embargo, el precio de una campana industrial puede variar considerablemente en función de distintos factores técnicos, estructurales y normativos. Comprender estos elementos es clave para tomar decisiones acertadas que equilibren la inversión con la calidad y la durabilidad del equipo.
El diseño influye directamente en el coste. Las campanas extractoras murales suelen ser las más accesibles, ya que se instalan fácilmente sobre la pared y su estructura es simple. En cambio, las campanas centrales, empleadas en cocinas con islas de cocción, son más costosas por sus sistemas de anclaje al techo, la necesidad de refuerzos estructurales y una mayor superficie de captación de humos.
Un modelo más sofisticado es la campana extractora industrial con motor, que integra un sistema de extracción interno, lo cual incrementa el precio pero también mejora el rendimiento y la eficiencia. Este tipo de campana es ideal para cocinas que requieren un alto nivel de ventilación constante, reduciendo el esfuerzo del sistema general y mejorando la presión del aire interior.
En cambio, las campanas mixtas con compensación de aire, diseñadas para reintroducir aire filtrado en el ambiente, suponen una inversión superior, aunque generan un ahorro energético a medio plazo. En las cocinas de alto rendimiento, donde se emplean hornos, planchas o parrillas, las campanas deben personalizarse, lo que también eleva el precio debido al diseño técnico especializado.
El material más común en la fabricación de una campana industrial con motor es el acero inoxidable, pero su tipo y espesor determinan una diferencia sustancial en el precio final. El acero AISI 304 es el estándar profesional: resistente, higiénico y con un equilibrio perfecto entre coste y durabilidad. En entornos de alta humedad o exposición salina, el acero AISI 316 es más adecuado, aunque implica un coste mayor por su resistencia a la corrosión.
Otro factor que eleva el precio es el espesor del acero. Un cuerpo de 1 mm o más garantiza mayor rigidez y una vida útil prolongada, pero incrementa el peso y el precio de producción. Asimismo, el acabado y la soldadura determinan el nivel de calidad estética y estructural: una soldadura TIG pulida refleja una terminación premium, mientras que las uniones mecánicas simples, aunque más económicas, pueden ser menos duraderas.
Para quienes buscan información sobre qué influye en el precio de una campana industrial, es fundamental comprender que las dimensiones y el volumen de captación están directamente vinculados al coste. Cuanto mayor sea la campana, mayor será la cantidad de material utilizado y la potencia requerida para su funcionamiento.
El precio varía en función de la longitud (desde 1 metro hasta 3 o más), la profundidad (900 mm, 1000 mm, 1200 mm) y el volumen interior. En las cocinas profesionales, la campana debe sobresalir al menos 10 cm por cada lado de la superficie de cocción, lo que incrementa la superficie de captación y, por tanto, el coste del sistema.
Además, la potencia del motor y el caudal de extracción (medido en m³/h) son factores determinantes. Un motor más potente garantiza una extracción eficiente, especialmente en cocinas con gran producción de calor, pero aumenta el consumo energético y el coste inicial. Los motores trifásicos, más robustos que los monofásicos, son preferibles en negocios con uso intensivo, aunque su precio es más elevado.
Los filtros representan uno de los componentes más influyentes en el precio total de la campana. Los filtros de lamas, fabricados en acero inoxidable, son los más económicos y ofrecen una buena eficiencia básica. Sin embargo, los filtros ciclónicos, de diseño avanzado, retienen mejor las partículas de grasa y requieren menos mantenimiento, lo que justifica su coste superior.
Por otro lado, los filtros electrostáticos o de carbón activo se emplean en instalaciones sin salida de humos al exterior. Este tipo de tecnología incrementa de forma considerable el coste global del sistema, aunque permite operar en locales con restricciones arquitectónicas o urbanísticas.
Las campanas modernas incorporan iluminación LED de alta eficiencia, que aporta mejor visibilidad en la zona de cocción y reduce el consumo eléctrico. En modelos de gama alta, la iluminación se integra con sistemas de control táctil o sensores automáticos, que ajustan la potencia de extracción según la cantidad de vapor detectada.
Los modelos más avanzados incluyen sistemas domóticos o de conexión inteligente, lo cual eleva el precio, pero mejora la comodidad y la eficiencia energética. Este tipo de tecnología es especialmente útil en cocinas donde el control del aire, la iluminación y el consumo eléctrico se gestionan de forma centralizada.
Las campanas industriales deben cumplir con estrictas normativas de ventilación, higiene y prevención de incendios, lo cual repercute directamente en su precio. Los modelos con marcado CE, certificación UNE 123001 o homologaciones contra incendios garantizan calidad y seguridad, pero requieren pruebas adicionales de fabricación que aumentan el coste.
En cocinas que utilizan combustibles sólidos, como parrillas o hornos de brasa, la normativa exige materiales ignífugos y compatibilidad con sistemas automáticos de extinción, características que también encarecen el producto final. La inversión en este tipo de certificaciones es esencial para garantizar el cumplimiento legal y la seguridad del personal.
Aunque la instalación no forma parte del precio directo de la campana, sí influye en el coste total del proyecto. Factores como la altura del techo, la distancia del conducto de extracción o la necesidad de ventiladores externos pueden aumentar la inversión. Además, una instalación profesional garantiza el rendimiento óptimo del sistema y evita consumos energéticos excesivos.
Las marcas reconocidas ofrecen ventajas adicionales, como servicio técnico especializado, garantías extendidas y disponibilidad de repuestos originales, factores que a largo plazo resultan más rentables que elegir modelos de bajo coste y mantenimiento más frecuente.
El precio de una campana industrial depende de una combinación precisa de elementos: tipo de diseño, materiales, potencia, filtros, tecnología, normativa e instalación. Comprender cómo interactúan estos factores permite realizar una inversión inteligente que garantice rendimiento, durabilidad y eficiencia energética.
En definitiva, una campana bien seleccionada no solo mejora la calidad del aire en la cocina, sino que optimiza los recursos, reduce riesgos de incendio y asegura el cumplimiento de la legislación vigente. Invertir en calidad desde el principio significa garantizar un entorno de trabajo más seguro, eficiente y sostenible.