Abril de 2016
VIVIR EN SALUD
El Programa “Vivir en Salud” surge de la colaboración de la Consejería de Educación y la Fundación MAPFRE. Se trata de un programa educativo que persigue fomentar hábitos de vida saludables, para mejorar la calidad de vida de las personas.
Los monitores han realizado un taller de una hora de duración para los grupos de 2º y 3º de educación Primaria. Su propósito ha sido promover comportamientos sanos implicando a la familia y a los educadores.
La experiencia ha sido muy positiva y los talleres realizados con una metodología muy participativa y amena, utilizando el juego y la interpretación como herramientas de aprendizaje.
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Amigos, amigas, abrir un restaurante en España no es simplemente encontrar un local, ponerle un rótulo con luces LED y esperar a que la clientela entre como si aquello fuese la Semana Grande. No. Aquí hay que enfrentarse a la jungla burocrática patria, con sus reglamentos, sus sellos, sus “vuelva usted mañana” y ese arte administrativo tan español de complicar lo que debería ser simple. Hoy, con la mano firme y el verbo afilado, vamos a destripar lo que se necesita para no meter la pata hasta el corvejón: las licencias necesarias para abrir un restaurante.
Empezamos por lo básico. La licencia de apertura es el papelito mágico que certifica que el local donde vas a montar tu restaurante cumple con los requisitos legales para que no se te caiga encima ni intoxique a nadie. Es como el carnet de identidad de tu negocio. Sin ella, no puedes operar legalmente. Ni servir un café, ni un pincho de tortilla. Nada.
Este permiso lo otorga el ayuntamiento correspondiente, y viene a decir algo así como: “Hemos revisado que el local cumple con todas las condiciones necesarias para ejercer la actividad de restauración, y no parece que vaya a provocar un Apocalipsis sanitario”. Así de claro.
Porque aquí no basta con una sola. No, amigos. Las licencias necesarias para abrir un restaurantese reparten como los naipes de una partida de tute en la tasca del barrio.
Esta es la madre del cordero. El santo grial del emprendedor gastronómico. Certifica que el uso del local es compatible con el tipo de negocio que vas a montar. Tiene que cumplir normativas urbanísticas, de seguridad, acústicas, medioambientales y un largo etcétera que haría palidecer al mismísimo Kafka.
Y claro, no vas a montar un restaurante con las paredes desconchadas y el suelo que cruje como tabla de ouija. Si haces obras, necesitas esta licencia, que depende del tipo de reforma. Puede ser menor o mayor, pero ambas requieren trámites y más papeles que una imprenta de barrio.
Obligatoria si vas a manipular alimentos. Es decir, en cualquier restaurante que se precie. La expide el departamento de sanidad correspondiente y exige cumplir estrictos requisitos higiénicos y de salubridad. Como debe ser.
No basta con estar limpio como una patena. Tu restaurante debe estar inscrito en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos (RGSEAA). Esto acredita que tus instalaciones están preparadas para manejar productos alimenticios sin poner en jaque la salud pública.
Y si tienes la feliz idea de poner unas mesitas al aire libre, necesitas solicitar permiso para ocupación de vía pública. Y sí, hay que pagar. Porque en este país hasta el aire se tributa si lo usas para trabajar.
Ah, pero no basta con las licencias. Para que te las concedan, el local debe reunir una serie de condiciones técnicas que te pueden hacer sudar más que una plancha de croquetas.
Si cocinas (que para eso montas un restaurante, ¿no?), necesitas una salida de humos homologada, con su correspondiente conducto que vaya hasta la cubierta del edificio. Y más te vale que no tengas vecinos quisquillosos.
¿Vas a tener música o un ambiente animado? Pues prepara un informe acústico, porque las ordenanzas municipales no quieren que conviertas el barrio en una verbena.
La normativa exige al menos un baño adaptado para personas con movilidad reducida. Nada de excusas. La accesibilidad no es una opción, es una obligación.
Extintores, detectores de humo, salidas de emergencia señalizadas... Tu restaurante tiene que ser un búnker contra el fuego. No escatimes aquí, que la seguridad es sagrada.
Para conseguir todas estas licencias, hay que presentar una retahíla de documentos que harían llorar al mismísimo Cervantes. Pero aquí vamos, que no se diga que no estamos informados.
Proyecto técnico visado por un ingeniero o arquitecto técnico.
Memoria descriptiva de la actividad.
Planos del local, distribución, ventilación, instalaciones, etc.
Certificado de compatibilidad urbanística.
Informe acústico, si procede.
Autorizaciones sanitarias, si manejas alimentos.
Y después de todo eso, espera la visita de técnicos municipales que vendrán a comprobar que todo está como lo declaraste. Como debe ser, sí, pero a veces con una lentitud desesperante.
¿Cuánto tarda todo este proceso? Depende del ayuntamiento, de la complejidad del local, de si haces obras o no… pero puede llevar entre 2 y 6 meses. O más, si hay errores o demoras administrativas.
¿Y el coste? Pues entre proyectos técnicos, tasas, licencias, reformas y equipamiento, puedes dejarte fácilmente entre 5.000 y 15.000 euros antes de servir tu primer plato.
Sí, amigos, abrir un restaurante en España requiere más que pasión por la cocina. Requiere paciencia, dinero, y mucha resiliencia. Pero si lo haces bien, si cumples con todas las licencias necesarias para abrir un restaurante, tendrás la tranquilidad de que nada ni nadie podrá pararte. Y entonces, sí: que empiece el espectáculo.
Limpieza y Desinfección de Mesas de Acero Inoxidable en Cocinas Profesionales
En el mundo de la gastronomía profesional, la limpieza y desinfección de mesas de acero inoxidable no es un simple protocolo: es un pilar esencial para garantizar la seguridad alimentaria, preservar la calidad de los productos y proyectar una imagen de excelencia ante los clientes. Este material, por su resistencia, durabilidad y facilidad de mantenimiento, es el preferido en cocinas de restaurantes, hoteles, comedores industriales y laboratorios alimentarios. Sin embargo, para que cumpla su función de forma óptima, requiere técnicas y rutinas específicas de cuidado.
Importancia de mantener una mesa acero inoxidable libre de contaminantes
Una mesa acero inoxidable utilizada a diario en un entorno culinario está expuesta a múltiples riesgos: restos de alimentos crudos, grasa, humedad y microorganismos potencialmente peligrosos como Salmonella, E. coli o Listeria monocytogenes. Estos patógenos pueden adherirse a la superficie y transferirse a otros alimentos si no se actúa de forma inmediata y meticulosa.
Además, un correcto mantenimiento no solo protege la salud de los comensales, sino que prolonga la vida útil del mobiliario, mantiene la apariencia estética y evita daños irreparables por oxidación o rayaduras.
Factores que hacen de la mesa de acero inoxidable la mejor elección
Una mesa de acero inoxidable es una inversión estratégica por sus propiedades únicas:
Resistencia estructural: soporta cargas pesadas, impactos y altas temperaturas sin deformarse.
Superficie no porosa: evita la penetración de líquidos y microorganismos.
Fácil limpieza: admite procedimientos rápidos y efectivos con productos adecuados.
Resistencia química: tolera la mayoría de los desinfectantes de uso alimentario sin deteriorarse.
Larga durabilidad: bien mantenida, puede durar décadas en óptimas condiciones.
Sin embargo, todas estas ventajas se pierden si la limpieza y desinfección no se realizan con la técnica y frecuencia correctas.
Limpieza y desinfección de mesas de acero inoxidable: protocolo profesional paso a paso
La limpieza y desinfección de mesas de acero inoxidable debe seguir un protocolo riguroso para eliminar por completo la suciedad visible y los contaminantes invisibles.
Retirar utensilios, alimentos y equipos.
Eliminar restos sólidos con espátula de plástico para evitar rayar la superficie.
Aplicar un limpiador neutro específico para acero inoxidable.
Frotar con un paño de microfibra siguiendo la dirección del pulido para mantener el acabado.
Aclarar con agua potable para retirar restos de detergente.
Secar superficialmente con paño limpio.
Pulverizar un desinfectante homologado de grado alimentario.
Dejar actuar el tiempo indicado por el fabricante para garantizar la eliminación de microorganismos.
Retirar residuos de desinfectante con agua limpia para evitar contaminación química.
Utilizar un paño seco y no abrasivo.
Opcionalmente, aplicar un producto abrillantador para conservar el brillo.
Errores comunes que deterioran las mesas de acero inoxidable
Incluso el mejor acero puede sufrir daños si se cometen ciertos errores durante la limpieza:
Uso de estropajos metálicos o abrasivos.
Aplicación de productos con cloro o ácidos fuertes sin aclarado inmediato.
Dejar líquidos o restos de comida en la superficie durante largos periodos.
Limpiar en dirección contraria al pulido original.
Evitar estos hábitos preservará tanto la higiene como la apariencia profesional de la mesa.
Productos recomendados para un mantenimiento óptimo
La elección de productos adecuados es clave para la eficacia y seguridad del proceso:
Limpiadores pH neutro: eliminan grasa y suciedad sin corroer.
Desinfectantes de base alcohólica o amonio cuaternario: efectivos contra bacterias y virus comunes.
Paños de microfibra: atrapan partículas sin rayar la superficie.
Cepillos de cerdas suaves: ideales para juntas o bordes difíciles.
Siempre es recomendable leer las instrucciones del fabricante y comprobar que el producto está aprobado para uso alimentario.
Frecuencia ideal de limpieza y desinfección
La frecuencia depende del tipo de actividad y volumen de trabajo, pero como norma general:
Durante el servicio: limpieza después de manipular alimentos crudos.
Al finalizar cada turno: limpieza profunda seguida de desinfección.
Semanalmente: pulido con productos específicos para restaurar el brillo y eliminar marcas finas.
Beneficios de un protocolo estricto de limpieza
Adoptar un sistema constante de limpieza y desinfección aporta beneficios inmediatos y a largo plazo:
Seguridad alimentaria garantizada: reducción del riesgo de contaminación cruzada.
Mayor vida útil del mobiliario: prevención de corrosión y daños.
Mejora de la imagen profesional: cocinas limpias transmiten confianza al cliente.
Cumplimiento normativo: evita sanciones y cierres temporales por inspecciones sanitarias.
Consejos adicionales para conservar el brillo y la higiene
Secar siempre la superficie después de cada lavado para prevenir manchas de agua.
Evitar almacenar objetos metálicos oxidados sobre la mesa.
Aplicar periódicamente un sellador protector de acero inoxidable.
Mantener una ventilación adecuada en la cocina para reducir la humedad ambiental.
La higiene como inversión en éxito
Mantener un programa riguroso de limpieza y desinfección de mesas de acero inoxidable no solo es una obligación legal, sino una estrategia inteligente para asegurar la salud de los clientes, prolongar la vida útil del mobiliario y optimizar la imagen del negocio. Un entorno de trabajo higiénico es la base de una cocina profesional eficiente, segura y respetada.
Si se aplican de forma constante las técnicas y recomendaciones descritas, el acero inoxidable conservará su brillo, resistencia y propiedades higiénicas durante muchos años, convirtiéndose en un aliado insustituible en cualquier cocina profesional.