15 de abril de 2016
“PRIMAVERA EN CASTILLA Y LEÓN”
EL CORO DEL COLE EN CARRECHIQUILLA
El pasado viernes, 15 de abril, los niños y niñas del coro del cole fuimos a encontrarnos con los niños y niñas del colegio Carrechiquilla.
El encuentro lo titulamos: “Primavera en Castilla y León”, ya que en Carrechiquilla están trabajando “La primavera” y en nuestro coro estamos preparando un repertorio de canciones tradicionales de Castilla y León.
Cuando llegamos, las profes de Carrechiquilla nos dividieron a todos los niños de ambos coles en cuatro grupos, cada grupo eramos un color. Y nos dirigimos al salón de actos cada uno con nuestro grupo del mismo color.
Allí las presentadoras del coro les explicaron a todos qué tipo de canciones les íbamos a cantar, canciones que se han ido transmitiendo de generación en generación y que son de aquí, de nuestra comunidad. Les explicamos los instrumentos musicales con los que íbamos a acompañar las canciones, también les contamos como se llaman los ritmos de cada una de las canciones (rítmo de Charro “ Galandún” y rítmo de panaderas “Panaderas de pan duro”). Cantamos las canciones y fué muy divertido, todos nos acompañaron con palmas y bailaron al son de nuestras canciones.
Después de cantar nos juntamos de nuevo con cada grupo y les enseñamos a tocar los diferentes instrumentos tradicionales de Castilla y León: pandereta, pandero cuadrado, mortero, almirez, sartén, vieiras… y les regalamos uno cuantos carraquillos (instrumento tradicional hecho con una nuez, un palito y un hilo) hechos por nosotros…
Antes de marcharnos tuvimos la suerte de poder conocer las instalaciones del cole. Al ser un cole con niños que tienen necesidades especiales, tienen algunas de las instalaciones diferentes a nuestro cole: tienen sala de estimulación multisensorial, aula de fisioterapia, aulas adaptadas a las diferentes necesidades…. Es un cole precioso y lleno de color.
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El infierno sobre ruedas en la N-240: ¿Se hubieran podido evitar daños o minimizarlos con un extintor para coche?
Lo de ayer en la carretera N-240, a la altura del kilómetro 31,3, no fue un incidente menor ni una anécdota dominguera que contar en el bar mientras se apura el vermut. No, señor. Lo que se vivió el domingo 27 de julio en pleno eje viario catalán que une las provincias de Tarragona y Lleida, fue un auténtico espectáculo dantesco. Un coche y su remolque quedaron reducidos a chatarra incandescente, devorados por unas llamas que no daban tregua, mientras el humo dibujaba siluetas negras en el cielo de Montblanc, como si la comarca de la Conca de Barberà se hubiese convertido, por un momento, en la antesala del infierno.
Las llamadas al 112 comenzaron a las 17:14 horas. A partir de ahí, el reloj dejó de marcar el tiempo y empezó a marcar angustia. Cinco dotaciones de los Bomberos de la Generalitat se desplazaron a la zona, y no precisamente para echar agua a cuatro ramas secas. Lo que se encontraron fue un vehículo pasto de las llamas, con su remolque convertido en una auténtica antorcha rodante. El calor era insoportable, la carretera un caos y los nervios, una constante.
Y entonces surge la pregunta que flota en el aire como el humo de ese incendio: ¿se hubieran podido evitar daños o minimizarlos con un extintor para coche?
Porque no se trata de buscar culpables, ni de dar lecciones con el dedo alzado. Se trata de tomar conciencia de lo frágil que es la línea que separa un trayecto tranquilo de una tragedia en potencia. Y en esa línea, muchas veces lo que marca la diferencia no es un milagro, sino un simple extintor coche guardado bajo el asiento o en el maletero, esperando su momento de protagonismo.
La seguridad vial no se limita a llevar el cinturón puesto y respetar los límites de velocidad. También incluye llevar en el vehículo los elementos básicos para hacer frente a imprevistos. Y uno de los más importantes, aunque a menudo olvidado, es el extintor coche.
No hablamos de un accesorio decorativo ni de un trasto que solo sirve para pasar la ITV. Hablamos de un instrumento de primeros auxilios contra el fuego, que puede significar la diferencia entre apagar un conato en segundos o ver cómo tu vehículo se convierte en noticia en los informativos regionales.
Aquíconviene subrayar que un extintor coche es tan esencial como la rueda de repuesto o el chaleco reflectante. No es una exageración. Es sentido común, del que tanto nos hace falta en las carreteras y en la vida.
Avanzamos, y lo hacemos con otra palabra clave entre manos: extintor para coche. ¿Cuántos de ustedes saben si llevan uno? ¿Y cuántos saben si está cargado, operativo y con la presión adecuada?
Toca decirlo claro y alto: un extintor para coche es barato, fácil de usar y salva vidas. No son muchas las combinaciones en esta vida que puedan presumir de esas tres cualidades al mismo tiempo. Y sin embargo, seguimos circulando con la temeridad de quien confía en la suerte más que en la prevención.
Porque cuando se inicia un fuego, cada segundo cuenta. Un cigarrillo mal apagado, un cortocircuito traicionero, un sobrecalentamiento en el motor... son mil los motivos y uno solo el resultado si no se actúa con rapidez: una pérdida total.
Es el momento ideal para preguntarnos con honestidad: ¿cuándo fue la última vez que leímos un blog de extintorescomo este, que explica qué tipos de extintores existen, cómo se utilizan, cuándo caducan y qué mantenimiento requieren?
Porque no basta con tener un extintor, hay que saber qué es lo que tenemos entre manos. Y aquí, un breve apunte didáctico se impone. Existen varios tipos de extintores, pero para los vehículos se recomienda especialmente el tipo ABC, por su versatilidad y capacidad para apagar fuegos sólidos, líquidos e inflamables eléctricos. Compacto, eficiente y diseñado para actuar en esos primeros 60 segundos donde todo puede cambiar.
¿Y dónde se aprende eso? En un blog especializado. Pero claro, preferimos ver vídeos de gatos o reels de influencers en lugar de invertir dos minutos en entender cómo no perder el coche —ni la vida— en una situación crítica.
El incendio del domingo no es el primero, y lamentablemente no será el último. Porque la naturaleza del fuego es esa: imprevisible, voraz, traicionera. Y aunque no podemos evitar todos los fuegos, sí podemos estar preparados para los que nos toquen de cerca.
Las autoridades hicieron su parte: intervinieron cinco dotaciones, cortaron la carretera, sofocaron las llamas. Pero mientras eso ocurría, el vehículo se consumía, el tráfico se acumulaba y la impotencia reinaba. Un extintor bien usado en los primeros instantes podría haber contenido el desastre, al menos en parte.
Claro, no todos los incendios son igual de manejables, y hay que saber cuándo actuar y cuándo dejarlo en manos de profesionales. Pero en la mayoría de los casos, el fuego empieza pequeño. Y ahí, en esa chispa inicial, es donde el extintor para coche cobra todo su sentido y valor.
No queremos ser catastrofistas. Tampoco repartir culpas ni señalar con altivez. Pero sí nos permitimos lanzar una reflexión firme: conducir sin extintor es como navegar sin salvavidas. Puede que nunca lo uses, pero el día que lo necesites, te alegrarás de haberlo tenido.
Porque la carretera no perdona a los confiados ni a los desinformados. Y si algo podemos aprender del incendio de Montblanc, es esto: la prevención no ocupa lugar, pero salva mucho.
Así que, antes de arrancar el motor y poner el pie en el acelerador, echemos un vistazo al maletero. Quizás ese pequeño cilindro rojo sea, algún día, nuestro mejor copiloto.
El Reino Unido ha tomado una medida contundente que impacta de lleno al mundo del coleccionismo, la recreación histórica y las artes marciales: la prohibición oficial de las espadas ninja, específicamente aquellas de hoja recta, a partir del 1 de agosto. Esta acción forma parte de una estrategia gubernamental para combatir la delincuencia con armas blancas, estableciendo penas de hasta cuatro años de cárcel para quienes posean o distribuyan este tipo de objetos sin autorización. A pesar de su objetivo preventivo, esta decisión ha desatado una amplia controversia en sectores legales, culturales y comerciales.
La nueva legislación no distingue entre usos decorativos, deportivos o funcionales. Esto ha encendido las alarmas en múltiples sectores vinculados al uso legítimo de réplicas y armas de entrenamiento. Los expertos advierten sobre la necesidad de separar las prácticas delictivas del interés legítimo por preservar el legado histórico y artístico que representan muchas de estas armas.
Desde tiempos antiguos, las espadas han representado mucho más que un simple instrumento de combate. Estas piezas son símbolos de honor, valor y destreza. Su presencia en museos, colecciones privadas, academias de artes marciales y producciones cinematográficas, demuestra su papel fundamental en la historia de la humanidad.
En el caso particular de las katanas rectas o “espadas ninja”, el imaginario popular las ha elevado a un estatus casi mítico. A menudo asociadas a guerreros silenciosos y letales, estas armas capturan la fascinación de miles de personas alrededor del mundo. Para muchos, poseer una representa la conexión con una filosofía de vida basada en el equilibrio, el control y el respeto. La prohibición en el Reino Unido ha generado una ruptura simbólica entre esta tradición y su reconocimiento oficial.
Las restricciones impuestas han generado una profunda afectación en el comercio especializado, particularmente en cada tienda de espadas que operaba legalmente en el Reino Unido. Estos establecimientos, que durante años ofrecieron réplicas de alta calidad, piezas de colección y productos para entrenamiento, ahora enfrentan un panorama de incertidumbre.
Muchas de estas tiendas habían implementado protocolos rigurosos para garantizar la venta responsable: verificación de edad, formación para el uso, asesoría legal y embalaje seguro. Sin embargo, la nueva ley las coloca al margen de la legalidad, sin considerar sus buenas prácticas ni su contribución a la economía local. Algunas están cerrando sus puertas; otras, optan por trasladar sus operaciones a países con normativas más flexibles, dejando a sus clientes sin alternativas seguras y confiables.
Una tienda medieval no se limita a vender productos. Es un espacio que promueve la historia, la creatividad y el arte de la forja tradicional. Los clientes que acuden a estas tiendas no buscan armas para delinquir, sino elementos para decorar, coleccionar o utilizar en recreaciones históricas, obras teatrales o prácticas marciales.
La prohibición de espadas rectas afecta directamente a este tipo de comercio, ya que borra la línea que separa la delincuencia de la tradición. El impacto se extiende también a ferias medievales, eventos temáticos, filmaciones y exposiciones que hasta ahora contaban con estas tiendas como aliadas clave. Las espadas rectas, aunque inspiradas en leyendas, forman parte del repertorio visual que define muchas de estas expresiones culturales.
Con esta regulación, el Reino Unido deja de ser un punto de referencia para los coleccionistas de armas blancas. Las espadas, en sus múltiples formas, son objetos codiciados por su belleza, precisión y carga histórica. Esta decisión podría marcar un precedente para otros países europeos, generando un efecto dominó en la industria.
En consecuencia, muchos aficionados han comenzado a buscar piezas fuera del Reino Unido, incrementando la demanda en tiendas especializadas de Europa, América y Asia. Esta situación abre oportunidades para los comerciantes internacionales, pero también crea una presión logística y legal sobre las aduanas y los sistemas de importación. La trazabilidad y autenticidad de cada espada cobrará aún más relevancia en este nuevo escenario.
Uno de los aspectos más criticados de la nueva legislación británica es su carácter genérico. Al no diferenciar entre armas históricas, réplicas inofensivas o instrumentos de práctica deportiva, se genera una ambigüedad que puede derivar en sanciones injustas. Los ciudadanos que adquirieron espadas legalmente en el pasado, ahora se enfrentan a la posibilidad de ser tratados como delincuentes si no entregan voluntariamente sus piezas a las autoridades.
Los vacíos normativos también afectan a los museos, academias y asociaciones culturales. ¿Qué ocurre con las espadas que forman parte de una exposición? ¿Y con aquellas utilizadas en películas o series? ¿Deberán destruirse miles de piezas patrimoniales? La falta de una reglamentación más específica genera desconcierto y críticas por parte de la comunidad cultural.
Ante este panorama, se hace evidente la necesidad de un marco legal que contemple las distintas realidades del uso de espadas. Una regulación eficaz debe proteger a la ciudadanía sin criminalizar la tradición ni el arte. Existen mecanismos como las licencias de posesión, los registros de coleccionistas y los permisos para academias que permitirían un control más equilibrado.
Además, una colaboración más estrecha entre autoridades, comerciantes, instructores de artes marciales y expertos en historia militar podría derivar en normativas más justas y funcionales. El diálogo debe primar sobre la imposición si se busca una sociedad más segura pero también respetuosa de sus valores culturales.
La prohibición de las espadas ninja en el Reino Unido no solo modifica el escenario legal; transforma la percepción colectiva sobre el uso y significado de estas armas. Aunque se justifica como una medida de seguridad, sus efectos colaterales afectan profundamente a sectores legítimos que durante años han promovido la cultura, el arte y la historia a través del comercio y la práctica de artes marciales.
Las espadas seguirán siendo símbolo de honor y tradición, más allá de cualquier frontera. Y cada tienda de espadas o tienda medieval comprometida con su legado buscará la manera de adaptarse, resistir y mantener vivo un arte milenario que merece ser valorado, no censurado.
Formación y simulacros frente al fuego: ¿está preparada tu cocina industrial para una respuesta eficaz?
En cocinas industriales, el riesgo de un siniestro por fuego es constante y elevado. El calor extremo, la acumulación de grasa, el uso de gas y electricidad, así como el ritmo acelerado de trabajo, convierten a estos espacios en entornos donde la prevención y la respuesta inmediata son determinantes.
Contar con sistemas automáticos extinción incendios en cocinas industriales y un plan de formación con simulacros periódicos es una obligación tanto legal como operativa.
La implementación de programas formativos bien diseñados garantiza que el personal identifique riesgos, actúe con rapidez y utilice correctamente los equipos de protección, asegurando así la continuidad del negocio y la protección de vidas.
Formación especializada para la prevención y control de emergencias
El primer paso hacia una cocina segura es la capacitación técnica del personal. No basta con conocimientos teóricos: es imprescindible que los trabajadores realicen prácticas con fuego controlado, simulaciones de evacuación y manejo de equipos como extintores y mantas ignífugas.
Un programa formativo efectivo debe incluir:
Reconocimiento de riesgos específicos del entorno culinario.
Uso seguro de extintores tipo F y CO₂.
Procedimientos de evacuación.
Manejo del sistema de extinción de incendios en campanas extractoras, activación manual y funcionamiento automático.
Primeros auxilios y control del pánico.
La clave está en la repetición periódica y en la adaptación de la formación a la tipología de cocina, el número de trabajadores y la configuración de los equipos instalados.
Sistemas automáticos de extinción: el aliado invisible
La tecnología es un pilar fundamental en la protección contra el fuego. Los sistemas automáticos de extinción de incendios en cocinas industriales actúan de forma inmediata cuando las temperaturas superan los límites de seguridad, liberando el agente extintor directamente sobre el foco del fuego.
En el caso de las campanas extractoras, el sistema de extinción de incendios integrado ofrece una respuesta localizada y efectiva, evitando que un pequeño incendio en una sartén o freidora se propague a toda la cocina. Estos sistemas, además de cumplir con el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), reducen drásticamente el riesgo de daños mayores y minimizan el tiempo de inactividad del negocio.
Protocolos claros para una respuesta ordenada
Cuando ocurre un incendio, los primeros segundos son decisivos. Un plan de emergencia bien estructurado define roles y responsabilidades específicas para cada miembro del equipo:
Coordinador de emergencia: gestiona la situación y contacta con los bomberos.
Equipo de extinción inicial: activa el sistema automático y utiliza extintores.
Encargados de evacuación: guían a trabajadores y clientes hacia zonas seguras.
Asistentes de primeros auxilios: atienden a heridos hasta la llegada de profesionales.
Este protocolo debe estar por escrito, actualizado y visible en zonas estratégicas de la cocina. Además, es esencial contar con señalización clara, teléfonos de emergencia y planos de evacuación fácilmente accesibles.
Simulacros realistas: entrenamiento bajo presión
La teoría sin práctica pierde efectividad. Los simulacros son la oportunidad perfecta para evaluar la preparación real del equipo y detectar posibles fallos en los procedimientos.
Durante estos ejercicios se recrea un escenario lo más parecido posible a una emergencia real:
Activación del sistema automático en la campana extractora.
Coordinación en la evacuación.
Comunicación con servicios de emergencia.
Control inicial del fuego con extintores.
La repetición de estos ejercicios al menos dos veces al año crea un hábito de respuesta automática, reduciendo la probabilidad de errores bajo presión.
Mantenimiento preventivo: la garantía de funcionamiento
Un sistema de extinción de incendios en campanas extractoras o un conjunto de sistemas automáticos en cocinas industriales solo será eficaz si se encuentra en perfecto estado. El mantenimiento incluye:
Limpieza y revisión periódica de campanas y filtros para evitar acumulación de grasa.
Comprobación del funcionamiento de los detectores de temperatura.
Revisión de cargas de agentes extintores.
Verificación de la integridad de boquillas, tuberías y dispositivos de activación.
La normativa exige revisiones documentadas realizadas por empresas autorizadas, y es responsabilidad del propietario garantizar que todo el sistema esté listo para activarse en cualquier momento.
Cultura de seguridad: compromiso diario del equipo
La seguridad contra incendios no es un simple requisito legal, sino una filosofía de trabajo. Para fomentar una cultura preventiva, recomendamos:
Involucrar a la dirección en todas las etapas de la formación y simulacros.
Revisar y mejorar los protocolos tras cada ejercicio.
Reconocer y premiar las buenas prácticas.
Mantener canales de comunicación abiertos para sugerencias de mejora.
Una cocina con cultura de seguridad reduce al mínimo los incidentes y protege su operatividad.
Checklist de preparación frente a emergencias
Para evaluar el nivel de preparación, conviene responder a estas preguntas:
¿Todo el personal ha recibido formación en los últimos 12 meses?
¿Se han realizado simulacros recientes con evaluación de resultados?
¿Cada trabajador conoce su rol en caso de emergencia?
¿El protocolo está visible y actualizado?
¿Se cuenta con sistemas automáticos de extinción de incendios en cocinas industriales operativos y certificados?
¿Se ha comprobado el correcto funcionamiento del sistema de extinción de incendios en campanas extractoras?
Preparación, tecnología y disciplina
La combinación de formación especializada, simulacros realistas y sistemas automáticos de extinción es la fórmula más eficaz para prevenir y controlar cualquier incidente en una cocina industrial. Un equipo bien entrenado, con protocolos claros y equipamiento de última generación, no solo protege vidas y bienes, sino que también garantiza la continuidad de la actividad comercial sin interrupciones.