19 de mayo de 2016
PETANCA Y BOLO FEMENINO
Este jueves, 19 de mayo de 2016, se celebró en las Huertas del Obispo, una doble competición de Petanca y Bolo Femenino.
Os dejamos un resumen de esta divertida y competida jornada.
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La seguridad contra incendios es un aspecto esencial en hogares, negocios e industrias. Los incendios pueden originarse de forma inesperada y tener consecuencias graves si no se actúa con rapidez. En este sentido, los extintores son dispositivos imprescindibles, pero su eficacia depende de elegir el modelo adecuado para cada tipo de fuego. Conocer su clasificación, funcionamiento y aplicaciones es clave para garantizar una respuesta segura y efectiva.
Antes de hablar de los tipos de extintores, es necesario comprender cómo se clasifican los incendios. Esta categorización internacional determina qué agente extintor es apropiado en cada situación:
Clase A: Fuegos que involucran materiales sólidos como madera, cartón, tejidos o plásticos.
Clase B: Incendios provocados por líquidos inflamables como gasoil, aceites, disolventes o pinturas.
Clase C: Fuegos en los que intervienen gases inflamables, como butano, propano o gas natural.
Clase D: Incendios generados por metales combustibles (magnesio, sodio, titanio, aluminio en polvo).
Clase F: Fuegos originados en cocinas, causados por aceites y grasas vegetales o animales.
Identificar correctamente la clase de fuego es la base para utilizar el mundoextintoradecuado, evitando riesgos adicionales.
La variedad de tipos de extintores responde a las diferentes necesidades de seguridad. Cada modelo ha sido diseñado con un agente específico para combatir de manera eficaz un tipo concreto de fuego.
Son los más tradicionales y actúan por enfriamiento directo del material en combustión.
Ventajas: Económicos, fáciles de usar y respetuosos con el medio ambiente.
Usos recomendados: Escuelas, oficinas, bibliotecas, viviendas y almacenes con papel o madera.
Limitaciones: Nunca deben aplicarse sobre instalaciones eléctricas ni líquidos inflamables, ya que el agua conduce la electricidad y puede expandir el fuego.
Son los más versátiles, ya que se adaptan a varias clases de fuego. Su polvo químico interrumpe la reacción en cadena de la combustión.
Ventajas: Gran poder de extinción, rápida acción y aplicables en múltiples entornos.
Inconvenientes: Generan residuos que pueden dañar equipos electrónicos y requieren limpieza posterior.
Usos recomendados: Viviendas, talleres, comunidades de vecinos, vehículos, garajes e industrias.
Su funcionamiento se basa en desplazar el oxígeno y enfriar el foco de incendio. No dejan residuos.
Ventajas: No dañan equipos electrónicos, son limpios y muy efectivos en entornos tecnológicos.
Precauciones: Pueden provocar asfixia en espacios cerrados. Tras su uso, es necesario ventilar.
Usos recomendados: Centros de datos, laboratorios, cocinas industriales y cuadros eléctricos.
Diseñados específicamente para incendios poco comunes pero altamente peligrosos que involucran metales. Contienen polvos especiales que aíslan el material y absorben calor.
Ventajas: Altamente efectivos en entornos especializados.
Usos recomendados: Industrias químicas, metalúrgicas y laboratorios.
Advertencia: Nunca deben sustituirse por agua o CO₂, ya que estas sustancias reaccionan violentamente con los metales.
Son indispensables en cocinas profesionales, donde los incendios por aceites son frecuentes. Forman una espuma que enfría y sella la superficie.
Ventajas: Evitan la reignición y actúan de manera rápida y segura.
Usos recomendados: Restaurantes, hoteles, bares, cocinas de gran escala y food trucks.
Limitaciones: No sustituyen a los extintores de clases A, B o C en otras áreas del negocio.
Un extintor solo es útil si está en condiciones óptimas de uso. La normativa exige un programa de revisiones periódicas que garantiza su funcionamiento cuando más se necesita:
Revisiones mensuales: Comprobar presión, manguera, precinto y accesibilidad.
Inspección anual: Realizada por técnicos autorizados, incluye peso, estado del agente y limpieza general.
Retimbrado cada 5 años: Ensayo hidráulico, revisión interna y comprobación de estanqueidad.
Vida útil: Hasta 20 años si se mantiene adecuadamente.
Un mantenimiento deficiente puede convertir un extintor en un elemento inservible en plena emergencia.
La selección de equipos de extinción debe basarse en un análisis de riesgos adaptado al entorno. Algunas combinaciones recomendadas son:
Oficinas: Polvo ABC y CO₂ para equipos eléctricos.
Naves industriales: Polvo ABC y extintores Clase D en áreas con metales.
Restaurantes: CO₂ en zonas eléctricas y Clase F en cocinas.
Viviendas: Polvo ABC como solución general.
Centros de datos: Solo CO₂ para proteger servidores y sistemas electrónicos.
El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), aprobado en el Real Decreto 513/2017, establece obligaciones específicas:
Instalación obligatoria en todos los edificios de pública concurrencia.
Distancia máxima de 15 metros entre extintores.
Accesibilidad y señalización visible en todo momento.
Revisión y retimbrado únicamente por empresas autorizadas.
Cumplir con estas exigencias garantiza no solo la seguridad, sino también la legalidad de las instalaciones.
El uso de un extintor inadecuado puede agravar un incendio, generar explosiones o poner en riesgo la vida de las personas. Por eso es imprescindible contar con el asesoramiento de expertos en protección contra incendios y formar al personal en su uso.
Conocer los tipos de extintores, aplicarlos de forma correcta y mantenerlos en óptimas condiciones son acciones que marcan la diferencia entre controlar un fuego a tiempo o enfrentar consecuencias graves. Invertir en seguridad contra incendios es una decisión estratégica para proteger tanto a las personas como al patrimonio.