26 de mayo de 2016
LA RANA
Este jueves hemos celebrado en las instalaciones del CEIP MODESTO LAFUENTE, la última competición entre los centros que durante este curso escolar hemos participado en la actividad de Juegos Populares.
Os dejamos algunas imágenes y los resultados.
La seguridad contra incendios es un pilar fundamental tanto en hogares como en negocios. Disponer de un extintor instalado no es suficiente: la verdadera protección se obtiene mediante un mantenimiento periódico que asegure su correcto funcionamiento. La normativa española establece pautas claras, pero aún surgen muchas dudas sobre cada cuánto se debe cambiar un extintor, cuáles son los plazos legales y qué señales indican que un equipo ha llegado al final de su vida útil.
En este análisis reunimos la información más completa sobre el ciclo de vida de los extintores, los factores que influyen en su reemplazo y las mejores prácticas para alargar su eficacia. Además, exploramos el papel de las noticias de empresas del sector de seguridad contra incendios, que constantemente actualizan sobre cambios normativos y nuevas tecnologías aplicadas a la prevención.
En España, el Real Decreto 513/2017 regula la obligatoriedad de realizar revisiones anuales a todos los extintores, siempre por parte de profesionales acreditados. Sin embargo, estas revisiones no sustituyen al reemplazo definitivo que debe llevarse a cabo cuando el equipo muestra desgaste, daños estructurales o cuando alcanza su fecha de caducidad.
Un extintor que no ha pasado sus controles no solo representa un incumplimiento legal, sino también un riesgo directo para la seguridad de las personas y bienes materiales. Por ello, es esencial mantener un calendario actualizado de revisiones y reemplazos y estar al tanto de las noticias de empresas.
¿cada cuanto se debe cambiar un extintor? Es una pregunta clave.La vida útil de un extintor depende de su tipo, de las condiciones del entorno y del uso que haya recibido. De forma general, los extintores tienen una duración aproximada de 20 años, pero con controles intermedios que determinan si es necesario sustituirlos antes.
Revisión anual: obligatoria y realizada por personal autorizado.
Retimbrado: cada 5 años, incluye una prueba hidrostática para garantizar la resistencia del cilindro.
Sustitución total: cada 20 años, o antes si el equipo presenta fallos, corrosión, fugas o presión inadecuada.
Si un extintor se utiliza, aunque sea parcialmente en un simulacro, debe recargarse de inmediato y en muchos casos sustituirse para garantizar su eficacia en una emergencia real.
El extintor de 2 kg, muy común en vehículos y pequeños espacios, requiere especial atención. Aunque pueda parecer un dispositivo sencillo, su correcto funcionamiento puede marcar la diferencia en un incendio.
Su vida útil también alcanza los 20 años, con recargas obligatorias cada 5 años y revisiones anuales. Entre las señales de deterioro que obligan a reemplazarlo se encuentran:
Oxidación en válvula o cilindro.
Pérdida de presión reflejada en el manómetro.
Obstrucción en la boquilla o difusor.
En ambientes húmedos, salinos o expuestos a altas temperaturas, la degradación puede acelerarse, reduciendo su durabilidad efectiva.
El extintor ABC, diseñado para actuar sobre fuegos de sólidos, líquidos y gases, es uno de los más instalados en hogares, oficinas y comercios. Su versatilidad lo convierte en un dispositivo esencial, pero requiere un mantenimiento riguroso para asegurar su operatividad.
Con una duración teórica de 20 años, a los 5 años debe someterse a una prueba hidrostática. El polvo químico en su interior puede compactarse con el tiempo, lo que reduce la capacidad de dispersión durante una emergencia. Si se detectan deformaciones en el cilindro o fallos de presión, la sustitución debe ser inmediata.
El extintor de CO2 es el más recomendado para incendios eléctricos y líquidos inflamables. Una de sus ventajas es que no deja residuos, lo que lo hace ideal para oficinas, laboratorios o espacios con equipos electrónicos.
Su control debe realizarse mediante:
Pesaje anual: para verificar que no haya pérdidas de carga.
Prueba hidrostática: obligatoria cada 10 años.
Sustitución definitiva: a los 20 años o antes, si la manguera o difusor presentan grietas o daños estructurales.
Al carecer de manómetro, su inspección visual y técnica cobra aún mayor relevancia.
En los últimos años, numerosas noticias de empresas especializadas en seguridad contra incendios han reflejado la incorporación de nuevas tecnologías en extintores inteligentes, capaces de emitir alertas cuando la presión desciende o el dispositivo necesita mantenimiento. Estos avances permiten a compañías y particulares estar más tranquilos, reduciendo el riesgo de fallos en momentos críticos.
La innovación en el sector, junto con el cumplimiento estricto de la normativa, refuerza la importancia de contar con proveedores homologados y de confianza.
Para garantizar la máxima eficacia de un extintor, recomendamos:
Instalarlo en lugares accesibles y alejados de fuentes de calor directo.
Capacitar al personal o a la familia en su uso correcto.
Etiquetar la fecha de la última revisión para llevar un control claro.
Comparar proveedores certificados para obtener equipos de calidad al mejor precio.
Verificar sellos de homologación, que aseguran el cumplimiento de estándares europeos.
Cumplir con los plazos y entender cada cuánto se debe cambiar un extintor es mucho más que una obligación legal: es una inversión en seguridad. Adaptar el mantenimiento al tipo de equipo y al entorno de uso es la única manera de estar preparados ante un incendio inesperado.
En España, existen empresas que ofrecen servicios integrales que incluyen instalación, recarga, venta de equipos nuevos y planes de mantenimiento adaptados a cada cliente. Anticiparse a los problemas es la mejor manera de proteger personas, bienes y garantizar la tranquilidad.